Esta normalización mejorará el servicio y especialmente, las relaciones de la comunidad que hasta ahora han venido teniendo conflicto entre quienes están conectados de forma autorizada y los que no.
A partir de junio 210 familias, es decir, 1100 personas del barrio Siete de Agosto serán los protagonistas de un nuevo proyecto piloto de energía prepago, tecnología que le permite a los usuarios tener el control del consumo de energía comprándola según su presupuesto familiar. La experiencia la vivirán en ese populoso sector ubicado en la vereda Agua Bonita, en inmediaciones del Aeropuerto, donde habitan trabajadores de la palma, informales, agricultores, desplazados del sur de Bolívar y del Cesar.
La líder del sector, Inés Peña, describió la situación: “llegamos hace dos años al terreno y duramos tres meses sin energía por lo que no podíamos conectar neveras y los alimentos se dañaban, ni prender ventiladores lo cual hace invivible el lugar, además porque las viviendas están construidas con caucho y láminas de zinc fue cuando nos acogimos a un convenio con ESSA de suscriptores comunitarios, antes conocidos como pilas, y se inició el consumo de luz con unas redes y postes artesanales que montamos nosotros mismos”.
Explicó la líder, que al montarse redes y postes hechizos se han tenido inconvenientes “… eso se volvió un riesgo alto para nosotros mismos porque los postes están que se caen y podrían perderse vidas, además en caso de un incendio como las casas son de material altamente inflamable donde se presente un corto y se prenda (incendie) una, se llevaría todo el barrio” advirtió. Inés también reconoció que se han generado conflictos entre la comunidad y por ello tienen la intención de subsanar esa problemática.
“Tenemos conflicto en la comunidad, porque estamos pegados y generamos sobrecarga y cuando se sale el transformador pues hay discusiones con los que están legales…” comentó la líder del Siete de Agosto.
