Editorial

Editorial: EL PROCESO DE PAZ SE ALARGA, SE ALARGA…

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Por Wilfredo Sierra Moreno.

wilfredo sierra morenoContrariamente a lo que prometió el gobierno en el proceso de negociación con las guerrillas de las FARC, los diálogos en La Habana se alargan y se alargan sin que, en la práctica, se vea que esté cerca una firma inmediata de un acuerdo que, a medida que pasa el tiempo, menos convence a muchas gentes en el país. Sobre todo cuando la guerrilla, como ha sido clásico en ella, enreda y enreda la pita para dilatar este proceso hasta nunca acabar.

Pero sobre todo los señores de la guerrilla han dado muestras de que no quieren aceptar nada que tenga que ver con asumir su responsabilidad en los crímenes y violaciones de todos los derechos de los colombianos constreñidos por el secuestro y la extorción, y así, se han despachado contra la rama judicial nacional diciendo que no tiene autoridad moral ni es digna de cuestionarlos a ellos. ¡Que tal!. Pareciera que a la usanza de los sucedido en la revolución  Rusa hace muchos años,  a lo que aspiran los señores de las FARC  es ha hacer la revolución por decreto desde La Habana, y que se le entregue al país para que ellos lo gobiernen.

Además al gobierno se le descuaderna poco a poco la estructura ministerial con la que esta intentando gobernar al país. La salida del Ministro de Agricultura, un hombre clave y puntual de todo este proceso, tiene raíces  más profundas que el solo deseo de ir a descansar del funcionario, cuento rosa que no se lo cree ni el mismo. Y si eso se le suma que la opinión pública colombiana esta de acuerdo en que la labor de los Ministros del Gobierno Santos es más que mediocre, la contraparte de la guerrilla en la mesa de dialogo no es precisamente la más solida para llegar con verdadera autoridad moral a un acuerdo en nombre de todos los colombianos.

Nos quedaría entonces, en criterio de los alienados religiosos que pueblan como moscas este país, recurrir a los oficios de la nueva santa colombiana en torno a la cual se ha hecho el más ridículo y vergonzoso despliegue mediático, para pedirle otro milagro, como ese tan dudoso que la llevo a los altares del santoral católico. Me dirán los amigos pragmáticos que eso no es serio, pero en plata blanca, en este país pareciera que nada es serio. Y si no que nos digan si el montón de plata que se gasto el estado colombiano para desplazar al Presidente y una gran comitiva a Roma tiene justificación y es digno de un estado que se precie de hacer cosas realmente racionales.

Creo que llevar una imagen de la nueva beata y los deseos del Papa a la mesa de negociaciones a La Habana no va ha servir para nada, pero igual todo este tiempo allá echando carreta y gastando la platica del pueblo en viajes, viáticos y viandas tampoco es que haya servido para mucho. Un poco más de folclorismo no estorba y dejara clara a los ojos del mundo que somos unos magos en gastar tiempo, plata y discursos para que todo siga igual.