Editorial

Editorial: HAY QUE MANTENER LA RECUPERACIÓN DEL ESPACIO PÚBLICO EN EL CENTRO DE LA CIUDAD.

Publicidad

Por Wilfredo Sierra Moreno.

wilfredo sierra morenoDurante mucho tiempo se dijo en los medios informativos de la ciudad que quienes más se quejaban y presionaban para el despeje del espacio público en el centro de Bucaramanga eran los comerciantes organizados de esa zona, y el argumento era que no se justificaba que mientras ellos pagaban impuestos para mantener su actividad comercial, los ambulantes que no pagan un solo centavo al estado, fueran quienes se llevaran los clientes y la plata de la actividad comercial en ese sector de la ciudad.

Por eso ahora sorprende, por decir lo menos, que sean justamente algunos de los comerciantes organizados del centro de Bucaramanga quienes le estén haciendo el juego a los ambulantes para impulsar la retoma de las calles y la reinstauración del caos en el punto más neurálgico de presentación de la ciudad ante propios y extraños. ¡Así, definitivamente no se puede! O somos blancos o somos negros, pero este juego inconsecuente, irresponsable, de mala leche de esos señores que teóricamente están asociados a Fenalco, merecen no solo la más fuerte recriminación de la opinión publica regional sino igualmente de acciones legales que castiguen penalmente acciones que no son éticas ni tienen ningún tipo de presentación.

Tenemos un profundo aprecio por el director regional de Fenalco, y sabemos que desde su oficina siempre han salido iniciativas que buscan no solo el bienestar de sus asociados sino el de la ciudad. Creemos que es a él a quien le compete, en este caso, iniciar investigaciones internas del gremio y llamar al orden a quienes actúan en contravía de lo que debe ser un comportamiento adecuado de un serio y agremiado comerciante. Porque no puede ser  que luego de un gran esfuerzo que ha recogido la inquietud de los mismos comerciantes y del ciudadano común y corriente, y de la acción valiente y que ha requerido de gran inversión de la Alcaldía de Bucaramanga, ahora unos alegres dueños de negocios les de por convertirse en cómplices de quienes solo hace algunos meses denunciaban como sus grandes enemigos para una normal y coherente actividad comercial. ¿Al fin que? ¿O chicha o limonada?