Editorial

Editorial: LA IGLESIA DEL PUEBLO

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Por Wilfredo Sierra Moreno.

wilfredo sierra morenoPara quienes no somos católicos y aun más, condenamos enérgicamente muchos comportamientos de los sacerdotes y el establecimiento de la iglesia romana, esta resultando una verdadera sorpresa como el nuevo papa esta asumiendo muchos retos sociológicos del mundo actual y, sin lugar a dudas, su carisma y descomplicado acercarse a tantos temas complicados de la vida moderna es, cuando menos, sorprendente.

Estando cerca de las humildes, yendo a la favelas de Brasil, untándose del barro de los desposeídos, Francisco le esta dando una verdadera bofetada en la cara a toda esa clerecía arrogante e impetuosa, que siempre se creyó por encima de todo y de todos y con licencia para pisotear a quien les diera la gana. Recuerda por supuesto las épocas de la famosa teología de la liberación, en donde sectores avanzados de la iglesia  Latinoamérica y el resto del mundo, creyeron que ir buscando realmente a los desposeídos, a los marginados, a los golpeados por la injusticia, era donde realmente se podía ser hacer cierto el mito de su creencia.

No deben estar ciertamente muy contentos muchos estamentos retardatarios al interior del catolicismo y, por supuesto, Francisco tendrá que tener mucho cuidado con su vida porque ya todos sabemos de las capacidades criminales de que son capaces los retardatarios supuestos  representantes de Dios en la tierra, que lograron hacer renunciar al antecesor de este buen hombre  argentino y envenenar a Juan Pablo I. Nunca y en ninguna parte, tocar privilegios ha sido de buen recibo de parte de las elites dominantes y explotadoras y, adentro de la pomposa iglesia católico, apostólica y romana, la coas no es diferente.

A propósito, ¿ustedes han sabido de algún gesto de humildad, de comprensión y acercamiento a las gentes pobres del arrogante y soberbio arzobispo de Bucaramanga?