Por Wilfredo Sierra Moreno.
Realmente desconcertante el resultado de el concurso sobre El Gran Colombiano de la Historia cuando, luego de las votaciones de rigor, el ganador del concurso fue, contra todo pronostico, el ex presidente Álvaro Uribe Rueda. He inmediatamente recordé una de las más precisas frases que le oí a Álvaro Gómez Hurtado en desarrollo de una entrevista que le hice: “Éste es un país conservador que tiene la costumbre de votar por el Partido Liberal”.
Esa frase que traducida a términos modernos seria que éste es un país godo, reaccionario, que tiene la costumbre de posar de muy demócrata y de izquierda. Y la verdad, en el fondo, hay mucho de eso en el ambiente de una nación que durante mucho tiempo fue sometido a la más cruda culturización religiosa y que estuvo, durante muchos años, consagrado al Sagrado Corazón de Jesús.
No es gratuito que, a pesar de todas las piedras que nos saca, el Procurador Alejandro Ordoñez tenga tan alta aceptación en amplios sectores de la opinión pública colombiana, y que con todo lo que los anticlericales despotriquemos contra las orientaciones de la retardataria iglesia católica, las iglesias estén llenas a reventar todos los domingos y que la jerarquía eclesiástica tenga tanto poder entre nosotros. Lo que sucede es que los que nos las damos de muy liberados e “intelectuales” nos gusta igualmente pensar con el deseo y quisiéramos que la nación cavilara como nosotros lo hacemos, lo que no deja de ser una presunción medio barata.
Con todo y que digan que José Obdulio fue el gran elector de éste concurso popular, alguien no podría inclinar tan contundentemente la decisión de una mayoría si en el fondo no hay un caldo de cultivo, un fermento reaccionario para respaldar la tendencia. ¡Ojo con esto! Porque bien podría ser un campanazo de alerta para el doctor Juan Manuel Santos, hoy tan dado a posar –artificialmente- de muy izquierdista, porque podría ser que esté, como el protagonista de la propaganda, en el lugar equivocado. De hecho las últimas encuestas de opinión demuestran que Santos no disfruta de las grandes simpatías de la opinión pública colombiana, pero lleva a su favor que realmente no tiene contender en la disputa por la presidencia. Pero uno nunca sabe, porque cuando el fermento subconsciente de la masa retardataria se despierta cualquier cosa puede pasar. Como ha pasado ahora, cuando por encima de todo un gran ejercito de hombres brillantes del país, fue elegido justamente a Álvaro Uribe Vélez como el Gran Colombiano de la Historia Colombiana.