Por Wilfredo Sierra Moreno.
Afortunadamente ya no solo en el día de la mujer se hace referencia a ese ser humano que a lo largo del tiempo ha sido forjadora de muchas generaciones de hombres y mujeres que han tenido, en la madre, la más fuerte fuente emocional para estructurar a quienes habrán de construir, en el futuro, una vida independiente. Pero, desafortunadamente, así como la referencia a los derechos de la mujer en sociedad se han multiplicado a lo largo del año, no se puede decir que estos derechos sean respectados más y mejor en estos tiempos modernos y, con tristeza, vemos que nos quedamos en una referencia periodística o de moda que no pasa a hechos concretos.
Cuando uno mira el montón de referencias periodísticas sobre las veces que las mujeres son agredidas, violadas, golpeadas o abandonadas por hombres irresponsables, da rabia ver que, como en muchas otras cosas, entre nosotros muchas materias no pasan de la retorica, el discurso bonito, las palabras bien escritas, el discurso de funcionarios en trance de personajes de un día, y en fin, de una verbosidad hueca que deja ver que en materia de respeto y del rescate efectivo de los derechos de la mujer, estamos muy crudos. Triste reconocerlo pero hay que hacerlo para llamar las cosas por su nombre.
Desafortunadamente detrás del drama de la mujer está la tragedia de los hijos que en buen numero de los casos depende del trabajo y la actitud de madres que sufren y que, transmiten su desespero a unos hijos que, no siendo ciegos ni tontos, asumen esa carga emocional de sus progenitoras con una angustia que marca a esos niños y jóvenes tal vez para siempre. Es pues el drama de la mujer violentada el origen de una serie de efectos que van más allá de la propia victima de la injusticia social, y que implica una carga con profundo efecto multiplicador. Efecto que, lamentablemente, no ven quienes reducen todos los problemas de la vida contemporánea a formalismos frívolos y palabras huecas que nunca se concretan en soluciones reales y efectivas a los problemas. Lo envolvemos todo, como digo yo retóricamente, en papel periódico, que siendo bueno para madurar aguacates, son siempre es la mejor vía para acabar con tanta injusticia que rueda por las calles de nuestros pueblos…