Editorial

Editorial: REGALÍAS, UN TEMA SOBRE EL QUE NO SE HA DICHO TODA LA VERDAD.

Publicidad

Por Wilfredo Sierra Moreno.

wilfredo sierra morenoA raíz de la “cascarita” que el Presidente de la República les puso en su reunión con ellos, los alcaldes del país mostraron “el cobre” cuando se les desbordaron los ojos con la posibilidad de ampliar su periodo de gobierno a 6 años y, sobre todo, les prometieron la posibilidad de volver a tener en sus manos “la mermelada” de las regalías, un tema frente al cual los alcaldes pierden todo buen comportamiento y se desbordan dando una prueba de ansias insaciables que, la verdad, dan vergüenza.

El cuento que a todos nos entregan es que la  preocupación de los alcaldes es porque los municipios tengas más recursos para invertir en sus obras y necesidades prioritarias, pero la verdad es que, viendo el numero condenas y procesos abiertos por el mal manejo de esos dineros, lo cierto  es que tan codiciados recursos solo han servido para que se los roben y llenar los bolsillos de contratistas y  contratantes, estos últimos, que según dicen los que saben de esa materia, ya están pidiendo más del 20% del contrato como coima para adjudicar las obras que tanto trasnochan a cierto avarientos del dinero oficial.

Que no armen drama los alcaldes hablando de sus preocupaciones históricas por el destinos de sus municipios porque nadie,  que no sea estúpido,  se va ha tragar ese cuento. Y que no crean, ingenuamente, que Senadores y Representantes les van a dar la gabela de la reelección, porque los parlamentarios, que no son ningunos tontos, saben que luego del periodo de la campaña y el primer año en el que están aprendiendo a nadar en la mar proceloso de la cosa publica, pierden a quienes eran sus seguidores mientras fueron candidatos, porque no reciben sugerencias ni ordenes de nadie luego de que están manejando, como Pedro por su casa, la alcaldía.

Los padres de la patria, que bien saben que la gasolina que alimenta la cosa publica es la burocracia, los privilegios y la posibilidad de ordenar y ser obedecidos, nunca le van a entregar el regalo de la reelección inmediata, sobre porque tan experimentados maestros de la cosa publica saben que, casi siempre, el que tiene el poder se impone a si mismo y no los van a poder derrotar, así hayan sido en el inmediato pasado sus seguidores.  Entre bomberos, señores, no es fácil pisarse la manguera. Y si bien hay quienes todavía se tragan el discurso romántico e idílico de las preocupaciones históricas por el futuro del pueblo, aquí todos sabemos que detrás del discurso formal está la dura y pragmática realidad. Y si no que le pregunten al Presidente por qué reculo, luego de que en el evento con los alcaldes creyó que ofrecerles las golosinas que tanto anhelan era la mejor forma  de amarrar más votos para su causa. Tiburón mata sardina. Les va ha tocar esperar una mejor oportunidad para quedarse por mas tiempo en sus pequeños reinos. Esta vez el alegrón no duro más de 24 horas…