Por Wilfredo Sierra Moreno.
La inauguración del Centro Comercial Parque Caracolí vuelve a poner sobre el tapete el auge de Bucaramanga y el área metropolitana de nuestra ciudad en la intención de los grandes inversionistas nacionales e internacionales, lo que, indudablemente, se traduce en bienestar, empleo y prosperidad de una región que se esta convirtiendo en un polo de desarrollo en el país.
Fue impresionante ver ayer la multitud de gente que se agolpo para visitar y conocer el nuevo centro comercial, a tal punto que en un momento determinado el gerente del centro comercial ordeno cerrar las puertas del Centro Parque Caracolí, determinación que si bien es cierto causo cierto malestar en algunos de los ciudadanos, estaba justificado por medidas de seguridad ante la impresionante avalancha de visitantes.
El suceso muestra la fuerza dinámica de las gentes de nuestra ciudad y su área metropolitana, así como del potencial comercial de una demanda que, crece todos los días y tiene una real capacidad de compra. Son hechos dignos de destacar y resaltan no solo la confianza inversionista del sector privado, sino de los avances que han logrado ir materializando, poco a poco, las diferentes administraciones municipales de la ciudad y su zona de influencia.
Independientemente de que ciertamente en algunos sectores oficiales han presentado serios problemas de corrupción e ineficiencia, no puede ser justo condenar a rajatabla todo lo que viene del sector oficial y condenar, porque si, todo lo que tiene la impronta de las alcaldías y la gobernación. Los avances del desarrollo de nuestra región tiene aporte de todos los sectores y que bueno seria que en aras de esta nueva era de nuestro entorno, acalláramos nuestra tendencia nociva de comernos los unos a los otros, que no nos dejan bien parados frente a todas estas gentes de afuera que nos están acogiendo para invertir su capital.
