Recientemente se ha experimentado una severa disminución de la precipitación en el departamento de Santander, causando impactos en el medio ambiente y en nuestras fuentes hídricas. Actualmente nos encontramos en la temporada seca del año, la cual según el IDEAM, se puede extender hasta mediados de Marzo. Nosotros usualmente no pensamos en sequías de la misma manera que otros desastres naturales. Por ejemplo, nadie conoce cuan severa será una sequía hasta que las lluvias retornan. Pero sequías pueden ser más costosas que otros desastres naturales.
El impacto de este periodo depende de la calidad y cantidad de agua en nuestras fuentes hídricas. Actualmente, algunos municipios del país presentan una disminución considerable del suministro de agua potable debido a la disminución de caudales de las fuentes abastecedoras. Fincas productoras y huertas son a menudo las primeras en ser golpeadas por la sequía, pero eventualmente cada uno de nosotros sentiría el impacto a través de daños ambientales y/o económicos. Debido a la falta de agua se pierde la vegetación y el suelo comienza a ser más seco y a iniciarse un proceso de erosión, ambas situaciones intensifican la desertificación si se asocia con el uso insostenible del suelo. También hay un incremento de los incendios forestales que ocasiona perdida de cultivos y bienes materiales. De igual manera las empresas que requieren el agua como insumo se podrán ver amenazadas.